¡ME DIBUJO A TAMAÑO REAL!
Os presentamos una actividad para toda la familia, donde nos dibujaremos a tamaño real y hablaremos positivamente sobre nosotros.
Con esta actividad pretendemos reforzar la conciencia corporal y autoconcepto de nuestros pequeños, así como las distintas partes del cuerpo. Generamos confianza y autoestima en uno mismo, creando un clima de seguridad, respeto y admiración. Con ello pretendemos también reforzar los vínculos interpersonales a través del diálogo y la escucha, donde exponemos aspectos positivos o que queramos trabajar. Es muy importante que los peques se sientan queridos y comprendidos por los demás, que sientan cariño y admiración de sus adultos de referencia. Saber qué piensan los demás y conocer aquellas actitudes o aptitudes valoradas y queridas por el resto.
Para la realización de la actividad necesitamos:
-Papel continuo o cartón de al menos el tamaño del menor.
-Lápices, colores, ceras, rotuladores…
Para empezar con la actividad colocamos en el suelo el papel continuo o cartón. Comentamos que vamos a dibujarnos a tamaño real, para lo que tendrá que colocarse tumbado sobre el papel que hemos preparado. Una vez colocado sobre el papel, repasamos el contorno con un rotulador hasta tener la forma completa del cuerpo. Entre todos, terminamos de dibujar los detalles que faltan, como los ojos, la boca, barbilla o la ropa con la que se quiera dibujar. Le dejamos que lleve las riendas de su dibujo. Una vez lo tenemos, entre todos, vamos escribiendo o dibujando aspectos positivos que nos gustaría destacar (pueden ser habilidades, actitudes comportamentales, actos concretos, gestión de emociones…). Mientras lo vamos escribiendo, vamos verbalizando y dialogando sobre por qué hemos elegido ese aspecto a resaltar, siempre en un clima afectivo cálido y positivo, alagando y reforzando todo aquello que nos gusta. Este dibujo puede servirnos además para trabajar las distintas partes del cuerpo, identificando y asociando las distintas partes del dibujo con nuestro propio cuerpo.
La actividad tiene que finalizar con un buen sabor de boca. Se pretende que el pequeño salga reforzado emocionalmente tras la actividad, siendo consciente de la cantidad de aspectos positivos que posee y la admiración de los demás hacia su persona, sintiéndose querida y escuchada, donde sus actitudes positivas se valoran y aprecian.
¡Esperamos que os guste!